Del arte tradicional al arte digital, por Rafa Zabala
En el auditorio de la Escuela Multimedial Da Vinci (Buenos Aires), el escultor y modelador español Rafael Zabala recorrió los hitos de su carrera y brindó consejos respecto de la vocación y las maneras de encararla.
El artista, que realizaba esculturas en un pequeño pueblo de España y las terminaba de construir afuera del taller, explicó que su paso del arte tradicional al digital se dio “casi de casualidad”, por un visitante irlandés que trabajaba en Concept Art y le sugirió probar el programa ZBrush.
“Prácticamente no tocaba la computadora, pero me convenció. Cuando empecé a modelar, me encantó y me di cuenta de que ese era el camino que quería tomar. Si realmente te gusta algo, vale la pena tomar el riesgo”, aseguró Zabala.
Tras pasar por el curso de ZBrush de una escuela y un evento donde repartió folletos de su trabajo, el español llegó a una compañía de Londres donde lo rechazaron por su desconocimiento de la parte técnica del modelado, pero enseguida fue convocado por The Mill, una de las mayores firmas de publicidad y cine del mundo. “Me dijeron que necesitaban un artista. Con el tiempo, fui aprendiendo todo lo técnico”, expresó el conferencista.
Su siguiente paso fue en Nueva Zelanda, bajo el contrato de Weta, empresa responsable de los efectos visuales de las sagas El Señor de los Anillos y El Hobbit, entre otras películas. Pero el escultor nunca se quedó quieto y siguió aceptando ofertas de compañías como Psyop, lo que lo llevó a Estados Unidos, o Industrial Light & Magic (creadora de efectos para Star Wars, Jurassic Park y Volver al Futuro, entre otros nombres), que lo trasladó a Singapur.
“Voy pasando por los lugares que creo me van a llevar a mi meta final, la vuelta a mi pueblo”, contó Zabala, quien cumplió su objetivo, fundó su propio estudio y comenzó a dedicarse 100% a sus proyectos, más allá de las diversas ofertas que le llegaron. De ese modo, también creó el festival Stone & Pixel, que convoca artistas tradicionales y digitales para unir “dos mundos que conviven sin saberlo”.
Para cerrar la conferencia, el modelador mencionó su fascinación por la anatomía y los cursos que dicta sobre el tema, la importancia del demo reel (“es nuestra tarjeta de presentación”), la utilidad de las redes sociales para tener “feedback instantáneo” y la importancia de “saber a quién escuchar, y a quién no”.
“Si no hubiera sido por el inglés, no habría podido trabajar en esas empresas”, anunció. Y concluyó: “Empecé mi carrera digital a los 39 años, por lo tanto no entiendo cuando la gente de 25 o 30 dice que ya es tarde para hacer algo. Sí es verdad que hay que dedicar muchas horas a esto, y que te tiene que gustar de verdad”.